2019 – 40 x 40 cm
Acrílico y resinas sobre contrachapado de madera.
200 €
Otro cuadro cuadrado de la serie de desnudos inspirados en artistas consagrados, esta vez Vicent Van Gogh. Me planteo la obra como algo especial. Los bocetos de trazo suelto y desenfadado son un homenaje su pintura. Encajó los elementos de la obra con variedad de sanguinas sobre un fino velo de pintura blanca acrílica que imprima el contrachapado de madera. Imagino a mi musa complacida y sonriente en la casa de Arlés con la silla inmortalizada detrás, pero esta vez soy yo quien disfruta de su don. Trato de simbolizar con el negro y el blanco del fondo las primeras obras del artista holandés y como no podía ser de otra forma contrasto la obra con el color favorito de su última época, el amarillo, símbolo del sol y la vida… esa vida que nos espera tras la ventana.